sábado, 23 de julio de 2011

Mis Viajes Interestelares


PLANETA I

Mi nave, la nave que tanto dinero, tiempo y esfuerzo me había costado, estaba a punto de reventar en el espacio o, lo que era peor, estrellarse contra el suelo de aquel extraño planeta, que orbitaba alrededor de un sol rojo oscuro, en la galaxia Focus III, a dieciocho mil trescientos millones de años luz de la Vía Láctea. 

¿Cómo había llegado a aquella situación?. Es algo complicado de explicar y bastante confuso, ya que hay diversos factores y muchos detalles aburridos, pero para explicarlo brevemente diré que conseguí ganar bastante dinero con uno de esos negocios piramidales que te presentan y que parecen un timo. No lo son. 

Primero tuve que pagar una licencia de unos cuatrocientos euros, cosa que me pareció bastante sospechosa, pero los pagué religiosamente, quería saber si aquel negocio era real. Menos mal que lo hice.

Trabajé duramente durante dos meses, una o dos horas casi todos los días. Conseguí hacer un par de contratos y recibí mi primer ingreso. No solamente había recuperado la inversión de los cuatrocientos euros, si no que además tenía un plus de mil setecientos millones de euros por buena conducta. Me pareció estupendo y decidí trabajar unos días más.

Tenía dos sueños en la vida: Una mujer que me quisiera y un cohete capaz de duplicar la velocidad de la luz y llevarme a universos remotos. Decidí empezar por lo fácil y me puse a ahorrar para el cohete.

   A los tres meses de empezar con el negocio ya era el dueño de la empresa y tenía en mi cuenta corriente el dinero suficiente para comprar el cohete y un par de sistemas solares. Fui a la tienda del ramo y compré el mejor que tenían: el Flash 33, modelo de lujo. Decían que centuplicaba la velocidad de la luz, pero nunca nadie se había atrevido a pisarle tanto. Un mecánico de la fábrica donde lo construyeron, borracho como una cuba, se apoderó una noche del cohete para presumir delante de su novia y llevársela a Honolulú.  Bueno, esa fue su idea, pero en realidad tuvieron que ir a rescatarlos a Calisto, un satélite de Júpiter, porque el GPS estaba mal ajustado. 


   No sabemos hasta qué velocidad fueron capaces de llegar, pero podemos hacernos una idea si digo que tuvieron que ir a por ellos una semana antes de despegar.


     Me dieron el cohete completamente ajustado y a punto  la semana pasada. Le hice unos retoques por mi cuenta y compré un claxon que estaba de oferta. Pero, al conectarlo, en lugar de sonar "la cucaracha, la cucaracha", salimos disparados al triple de la velocidad de la luz en el vacío. Suerte que llevaba puesto el cinturón.

   Más de uno estará pensando que esto es mentira. O quizás sólo uno, el contador de lectores se ha roto. El caso es que tengo que hacer un par de aclaraciones.


    Todo el mundo sabe que la luz viaja, en el vacío, a unos 300.000 kilómetros por segundo. Yo lo he medido personalmente (con una linterna, un espejo y dos litros de vodka) y es verdad.


    Un charlatán que se hacía pasar por físico (un tal Einstein), se invento una patraña en la cual postulaba que la materia no puede alcanzar nunca esa velocidad, porque a medida que se aproxima a ella, la energía se convierte en masa y, en el caso de alcanzar la velocidad de la luz, la masa sería infinita, algo a todas luces imposible.  


    ¡Pamplinas! digo yo, con toda la razón. Lo más rápido que viajó Einstein fue en la moto de su cuñado, una Derbi Coyote, al caer por un acantilado. La realidad es que la velocidad de la luz se puede superar con creces. Los únicos inconvenientes son un ligero olor a sardinas podridas y el crecimiento desmesurado de los pelos de las orejas. Pero nada más. 


   Aclarado el tema, continuamos.


   Aquí estaba yo, a punto de despanzurrarme en sabe dios qué planeta inmundo. Lo veía todo rojo y me daba la impresión de que pronto lo iba a ver todo negro.


  

2 comentarios:

  1. LOL!

    P. S.: Cuando me recupere, igual comento algo más.*

    * Bueno, el comentario lo he hecho después de leer el siguiente post. Tampoco es que esté ahora mismo rodando como una croqueta por el suelo...

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  2. joder, macho, me pierdo... vale, te ha hecho gracia, gracias...
    ¿cual es el siguiente post? espera que lo escriba, coño, no vale reírse antes, pa eso ¡lo escribes tú!

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