domingo, 31 de julio de 2011

Mis Reyes Magos


    No sé qué va a salir de esto, no estoy especialmente rencoroso. De verdad. Es que he recordado cosas de mi niñez, ya ves... 

   Vi, en casa de un vecino, mi primer Scalextric. Y no era uno cualquiera, tenía dos pisos. Yo, seis años y un Scalextric de dos pisos, para mi era el Jarama. ¿Yo qué sabía si el Jarama tenía uno o dos pisos?. 

   Un tío de mi amigo y vecino Toñín, un tipo guapo, de aspecto triunfador, con cochazo y pasta, había montado el circuito en casa de mi amigo, para goce, disfrute y admiración de los mocosos del barrio. Los coches rugían... pasaban por delante de nuestras narices, era maravilloso...

   Se lo pedí a los Reyes Magos.  En mi casa, mis mayores, se debían descojonar con la carta. No precisamente por poner Scalextric con hache ni nada de eso, no. Yo estaba pidiendo la Luna. 

   No sé que tocaría ese año, el fuerte de madera con indios y vaqueros, balón, pistolas y cartuchera con sombrero de vaquero... el tema vaquero era bastante recurrente.

   Tuve que olvidar el puto Scalextric, claro. Si mal no recuerdo (o sea, quiero decir que sí recuerdo mal) al año siguiente pedí algo más asequible. Un pack (antes se llamaba "una caja") con un rifle del FBI, esposas, chapa y todo eso que te hace agente del FBI, una pasada.

   Y aquí viene el origen de un asesino en serie. 

   Había una carta de Melchor o Gaspar (el negro no era, eso seguro), en la que ponía que no les quedaban esas cosas que pedí, pero en su lugar me regalaban otra puta mierda, no sé si un cañón de plástico con un muelle que disparaba bolas grises o algo relacionado con los cow-boys, pero no fue eso, no...

   La carta la había escrito mi hermana mayor (tengo tres hermanas, dos mayores que yo y otra, evidentemente, menor, un par de años menos que yo).

   La carta la había escrito ella, tenía su letra característica, no había disimulado ni un pelo. Es más, en el suelo había un papel arrugado con otra carta parecida pero que había sido desechada. 

   ¿Por qué me hiciste eso? me tomaste por gilipollas; me sentí insultado y humillado. Yo ya sabía lo de los Reyes, creo que lo sabía CASI seguro, no fue traumático... ¿o sí? nunca olvidaré lo mal que me sentó aquello. 

   Mi padre había muerto hacía pocos meses. Dejó una viuda con ocho hijos, cinco chicos y tres chicas, el mayor de veinticuatro años y la menor, mi hermana pequeña, de cuatro.

   Cogí un hacha y los maté a todos, a mi madre y a mis hermanos. Y a una vecina que tuvo la mala suerte de ir a pedir un poco de sal.

   Pero ese es otro tema, a lo que iba es a lo del Scalextric, que me disperso.

11 comentarios:

  1. Joder, un poco de respeto a los asesinos en serie. Hablas, más bien, de un asesino múltiple. Bueno, como la historia tiene pintar de seguir, igual me desdigo de lo dicho.

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  2. De momento lo haré de la conjugación utilizada. No pinta bien lo de pintar.

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  3. Y cuando lo conseguiste, si tu madre se entera que lo desechaste, es ella quien coge el hacha.

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  4. Lo deseché cuando ya estaba jarto de jugar, pero mi madre no lo pagó, fué mi ex que es más maja que las pesetas.
    GRACIAS, OLGA, POR EL SCALEXTRIC

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  5. Igual lo hizo porque le recordaba a su ex.

    Una madre con un hacha... ¡Qué miedo, por Dios!

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  6. Teseo, antiguamente era la propia madre la que se cortaba el cordón umbilical, tradicionalmente a hachazos. Más de un niño sufrió la falta de agudeza visual de su progenitora, pero eso es otra historia para otro blog.

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  7. A mí mis padres me compraron un scalextric cuando era niña. No me parece para tanto, la verdad. Es decir... bueno, ya me entendéis.

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  8. Bah, las chicas solo sabéis cocinar, jugar con muñequitas y fregar.
    Un Scalextric sobrepasa vuestro entendimiento...

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  9. Algunas ni eso.

    Doy gracias a Dios por no haber nacido mujer (lo del hachazo entre las piernas, por ejemplo, no mola).

    Solo sirven para ser madres y poco más.

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  10. Y reventar todos los meses, qué asco...

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  11. Javiergato, no me hables de cocinar, que tú quemabas el aceite cada vez que tenías que freír, ¡menuda garrulada!

    Ah, y las muñequitas son para mariconas, y yo no lo soy. En cuanto a lo de fregar... bueno, deformación profesional :(

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