Lo que viene escrito a continuación lo encontré, por casualidad, entre las cosas que le robé esta mañana a un mendigo. Mi intención era cogerle sólo la pasta (un pobre, por definición, no debe tener dinero) y tirar todo lo demás, pero este papel estaba entre dos sucios billetes de diez euros que me gasté en tabaco y cañas.
No me extraña que el tipo se dedique a pedir, a mi me daría vergüenza escribir semejantes gilipolleces.
Ha saltado al jardín desde el balcón
Corre deprisa, volando por la acera
Atravesando la calle va un camión
Conduce un bujarrón
Que ayer fue camarera. (¿Qué pasa? no es fácil rimar tantas cosas)
Ha conseguido bajar aquel telón
Va tan feliz, subiendo la escalera
Ha terminado con un sucio cabrón
Un tipo del montón
Con un alma de fiera. (Ahora ha encajao mejor, me parece a mi)
Dos puñaladas en pleno corazón
Dedos urgentes, buscando la cartera
A fin de cuentas, ella tenía razón
"No cojas el avión
Que lleva a Talavera" (Ella no sabía que allí no hay aeropuerto)
En realidad, él vive en Alcorcón
Tiene dos perros (un par) y una perrera
Pero el vecino, que es bastante mamón
compró un camaleón,
un cerdo y dos panteras (la cosa se complica ¿por donde salgo ahora?)
Nuestro amigo, llamado Juan Ramón,
tiene hasta ahora ochenta primaveras
pero parece un fuerte mocetón
que come macarrón(es)
y se jarta de peras. (no doy más de mi, lo siento)
Este muchacho tiene una gran ambición
Comprarse un libro y entrar en la madera
es su destino, el tiene vocación
de coger al ladrón
que lleva las playeras (el famoso asesino en serie que deja una playera sobre sus víctimas).
Ha terminado, por fin, esta canción
Y no termina de cualquier manera
Ya se aclaró, por fin, la situación
la gran desolación
que transcurrió en Cullera. (Me ha quedao niquelao).
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