domingo, 24 de julio de 2011

MAMEN

Gracias, Brenda, por haberme mandado este post antiguo. Lo voy a volver a publicar, hala, me ahorro escribir otro.


Él ha ido hoy a ver a su madre: la anciana le llamó ayer, con voz queda y monótona y le asustó mucho: "Me he caído" e inmediatamente, al notar su congoja por la noticia, el miedo a algo grave, continuó: "...pero no te preocupes, hijo, no me he roto nada". "Mañana iré a verte, mamá". "¿Quieres que te prepare...?" "No, no, yo como siempre por la oficina, no te preocupes". Mentira, claro, él casi nunca come a la hora, si no es por obligación. Ha salido a las tres y, para hacer tiempo, se ha ido a buscar un cajero automático del BBVA, la única cuenta disponible a fin de mes, para atizarse dos o tres vermúts antes de la visita. El cajero estaba lejos, parece mentira que en plena calle de Alcalá, solo encuentre cajeros de Caja Madrid o de 4B o de otros bancos raros, de todos menos el que necesita. Al fin encuentra uno, cerca de El Carmen. Justo haciendo esquina con la calle ... la calle donde vivía Mamen, donde tenían sus encuentros sexuales hace ya... ¿siete años? joder, cómo pasa el tiempo... se ha acercado a su casa, todo le era familiar y extraño, cómo decirlo, familiar pero de una familia ajena a él. Ha llegado al portal, que recordaba perfectamente, y ha pulsado el botón de un piso, que era aproximadamente el de ella, no lo recordaba bien... nadie contestó. Pulsa otro y sale la voz de un tío ¿digame? y él se marcha, tampoco pasa nada... ¿qué le hubiese dicho a Mamen? hola, Mamen, soy yo. Ella abriría, charlarían y quizás le invitase a un porro, nunca se sabe. Se ríe por dentro, al pensar en la idea de ir a casa de Mamen, después de siete años, a fumarse un porro. ¿Estaría vieja? seguro, como él. Probablemente se equivocó de piso, o tal vez ese tío era su nuevo amante, o tal vez, lo más probable, ella ya no viviese allí; era un piso alquilado y la última vez que la vió estaba preocupada porque el casero la quería echar para alquilarle el piso a unos inmigrantes que pagarían cuatro o cinco veces más que ella, ya que había muchos pisos por la zona a precios irracionales que eran compartidos por doce o catorce personas que no tenían más remedio que compartir, dada la especulación de los caseros avariciosos.

Ya no la quiere, aunque guarda un recuerdo agradable y triste de ella, la quiso tanto... ella le dejó porque estaba harta de su doble juego, él tenía mujer y amante, y ninguna de las dos estaba conforme con la situación, ambas le dejaron. Su mujer le hizo un favor, puede que Mamen también. Recuerda esa época con tristeza, recuerda que todo el mundo por la calle le miraba con ojos reprobatorios, parece que supiesen lo que estaba haciendo, que era un cabrón y un estúpido por no saber hacer las cosas medianamente bien. Su mujer (ex-mujer) lloró tanto, sufrió tanto, en su cara, que hubiese muerto por ella en ese momento, aunque nunca la quiso de verdad. A lo mejor tampoco quiso a Mamen, a lo mejor tampoco quiere a su madre, ni a él mismo. Se toma dos vermúts y se dirige, bajo el sol de Agosto, a visitar a la anciana, que vive sola y que cada día es más flaquita, más desvalida y más miedosa.

2 comentarios:

  1. Recuerdo la respuesta que me diste al comentario que te hice cuando este post se publicó en el blog de ****** a.k.a. Changaleona (escribiste que no tenías cuenta en el BBVA).

    Mis mejores deseos para tu madre.

    Por cierto, buen relato.

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  2. Pues mentí, como siempre. Lo siento, ni siquiera me acordaba ni de la mitad, ni de la cuarta parte. Ni de los comentarios ni nada.
    Sí, tengo cuenta en ese banco, es tontería negarlo, a lo mejor me estaba haciendo el gracioso.
    Había un montón de basura en mi buzón y esto, que me ha parecido sincero.
    Gracias, por lo de mi madre también.

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