Cuando llames a mi puerta para pedirme dinero, por favor dímelo: "Hola, vengo a pedir dinero para Tal Pascual" y yo a lo mejor te lo doy, no sé, depende... ejem... seguramente no, pero te escucharé. Nunca se sabe, lo mismo me pillas en un buen día.
Cuando vengas insultante de cordialidad, preguntando qué tal estoy, respondes tú mismo que bien, que me ves de puta madre y pareces mi amigo de toda la vida, NO ME INTERESA. Sea lo que sea, aunque me traigas un regalo, no me creo nada. Lo siento.
Es que me repugna esa simpatía exagerada, se nota mucho que es por el interés.
Diles a tus jefes que, otro día, manden a una chica o dos. Y que estén buenas.
Yo le he dado un euro a un vecino de mi barrio para un cafelito esta mañana. En fin...
ResponderEliminarSi te mandan dos, acuérdate de mí. Ya no estás para muchos trotes, y encima te vas a volver a casar. ¿Solicitaréis dispensa papal?
Yo también hago lo que puedo... esta mañana he podido pegar y robar a un ciego y sólo le he robado.
ResponderEliminarEra yo... no sé mentir.
ResponderEliminarlo del papa... pues no lo sé, pensábamos casarnos por el rito zulú o algo así...
Mejor ser un borde sincero que no un agradable mentiroso.
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