Jaime era un amigo mío del que a veces me acuerdo y lloro. Pues sí, lloro ¿pasa algo?.
Jaime murió, como habréis podido imaginar. Le conocí poco tiempo, no sé cuánto, no lo he calculado y me da lo mismo, era mi amigo. Un amigo de verdad, de esos que no te encuentras. Es como si le hubiese conocido de toda la vida. Era mayor que yo, tenía el pelo blanco y encrespado, era un rebelde. Los gilipollas de la funeraria le repeinaron, estaba ridículo. Nos reímos de ello y os juro que le vi reír.
Era mi amigo y mi padre y también su chica era mi madre. Sigue siendo mi madre. Ella seguro que le echa más de menos que yo, pero ahora no me importa, es mi propia melancolía.
¡Qué risa, Jaime! nos contaste una anécdota que soy incapaz de reproducir con exactitud, perdóname. El cogollo, por así decirlo, del tema, era un tipo que convenció a otro de que tenía unos enormes campos sembrados de... ¡macarrones! no me jodas, Jaime, me quitaste el chiste... te veo recorriendo de izquierda a derecha con la mano al horizonte, señalando esos macarronales y los veo allí delante... eras un mago, Jaime.
No sé la fecha de tu muerte, recuerdo perfectamente tu funeral, claro, pero lo de las fechas... no se me da bien. aunque tal vez supiese llegar a tu tumba, un nicho con tus cenizas, porque estaba muy cerca de la entrada del cementerio pero ¿para qué? no estás allí. No sé rezar. La fecha de tu muerte no tiene número gregoriano, pero es exactamente el día en que perdí algo que jamás en la vida volveré a tener.
Me jodiste, tu también me dejaste sólo. Pero es igual, yo te perdono. Aunque sólo sea porque me enseñaste cosas que he olvidado en mi torpe consciencia pero que las células de mi cuerpo han asimilado y me guían, te sentirías orgulloso de mi.
Qué risa, Jaime, qué risa... eras un puto crío, joder, igual que yo. Ya sé que no te he dicho gran cosa, pero me habrías halagado y hubieras puesto cara de admiración, la que pone un sabio cuando un torpe alumno capta una idea.
Hasta luego, tronco, espero que estés donde te mereces, si es que la vida tiene algún sentido.
¿Hablas de tu padre?
ResponderEliminarPues no.
ResponderEliminarMi padre murió cuando yo tenía 6 años.
Hablo de mi amigo.