Tengo la mesa atestada de cosas variopintas, días y días de desidia, amontonando cajetillas de tabaco, botes de zumo vacíos, un bolígrafo, otro bolígrafo, unas llaves, ceniza... los mandos de la tele, el mando xbox, la pda, la cámara de fotos, las gafas, una brocha, un vaso... una caja de cerillas, un mechero, otro mechero, unas chocolatinas, una caja de aspirinas... los auriculares, unos recibos del mercado, un vaso, un par de cartas del banco...
Limpiaré un poco la mesa, claro, es incomodo de ver. Ojalá pudiera hacer lo mismo con las sombras de mi vida. Dejar la mente en blanco... volver a llenarla de cosas nuevas, aunque al final serán las mismas, como en la mesa, las cosas volverán a estar igual. Pero, entretanto, se puede ir viviendo, a ver qué pasa.
A mí no me engañas, eso negro de la foto no son sombras :P
ResponderEliminarEres la única que se atrevió a decirlo.
ResponderEliminar